La Fundación ‘La Caixa’ atiende a 50.000 personas
En total, en todo el territorio español, la Fundación ‘La Caixa’ destinarán de 4,5 millones de euros a un total de 216 proyectos para mejorar la atención al envejecimiento, la discapacidad y la enfermedad, que beneficiarán en conjunto a más de 50.000 personas.
Este 2021, a través de la convocatoria de ‘Promoción de la autonomía personal y atención al envejecimiento, a la discapacidad y a la enfermedad’, se han escogido proyectos enfocados al acompañamiento de las personas dependientes, con discapacidad o enfermedad, especialmente tras su aislamiento derivado de la pandemia, y a la atención psicológica de las personas afectadas por el Covid-19.
En este sentido, el ámbito de actuación en el que más proyectos se han seleccionado, un 66% del total, es el de la discapacidad o salud mental, donde se enmarcan las iniciativas de atención psicológica a este colectivo a raíz de la pandemia, entre otras.
Los criterios de valoración y selección de proyectos han girado en torno a la capacidad de la entidad, viabilidad y planificación del proyecto, así como la alineación del proyecto, sus objetivos y acciones con las líneas prioritarias de la convocatoria además del impacto esperado en las personas destinatarias.
Personas mayores
El ámbito de actuación de personas mayores y retos derivados del envejecimiento tiene por objetivo seleccionar iniciativas que favorezcan principalmente la autonomía personal; la calidad de vida de estas personas en situación de vulnerabilidad; y este año también mitigar la situación provocada por el Covid-19.
El confinamiento y el distanciamiento social para reducir la tasa de contagio han provocado un aumento de las dificultades de las personas mayores en aspectos clave como son la actividad física, la accesibilidad digital y las relaciones sociales, así como un aumento de la soledad no deseada, que repercute directamente en su bienestar psicológico.
Para hacer frente a la situación, se han seleccionado un total de 53 proyectos que atenderán a 12.467 mayores y, en algunos casos, también a sus familias. La mayor parte pretende favorecer la autonomía personal y el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana; prevenir el deterioro cognitivo y favorecer el bienestar emocional; combatir la soledad no deseada, el aislamiento social y digital; e intervenir en situaciones de vulnerabilidad para este colectivo.
Discapacidad o trastorno mental
La segunda línea de actuación, destinada a personas con discapacidad o trastorno mental, prioriza las propuestas de empoderamiento personal y social; potencia las acciones de atención y capacitación para las actividades de la vida diaria; promueve el apoyo psicosocial a las personas y a sus familias; y presta especial atención este año a los obstáculos que el Covid-19 ha supuesto para estos colectivos.
La crisis derivada de la pandemia ha dificultado los procesos de inclusión y de mejora del bienestar de este colectivo, con consecuencias como la disminución de relaciones sociales y la pérdida de las rutinas de las actividades de la vida diaria. Esto ha supuesto un aumento de su vulnerabilidad que ha de abordarse en muchos casos desde una perspectiva interseccional (discapacidad, género, edad, situación socioeconómica, identidad cultural, entre otras).
De esta manera, los proyectos seleccionados han sido 143 y beneficiarán a 26.288 personas. Destacan los centrados en el apoyo a las actividades de la vida diaria, donde se busca la mejora de la autonomía personal, así como del bienestar físico, emocional y la inclusión social; los que ofrecen apoyo psicosocial a personas con discapacidad y su entorno; los que combaten la estigmatización y la violencia; y los que promueven el uso de las nuevas tecnologías para combatir la brecha digital.
Humanización de la salud
El ámbito de actuación de humanización de la salud promueve proyectos que garantizan un mayor bienestar para las personas enfermas y sus familias. Asimismo, tiene en cuenta la situación provocada por la pandemia del Covid-19, que ha supuesto un alto impacto emocional y en la salud de la población y ha producido graves impedimentos para el acompañamiento durante la enfermedad y el final de la vida.
P ara afrontar estas nuevas circunstancias, se considera relevante impulsar acciones que proporcionen cuidados a la persona para mejorar su bienestar, así como generar entornos saludables, espacios de colaboración y proyectos de apoyo y formación para profesionales de la salud.
Aquí, el número de iniciativas seleccionadas este 2021 ha alcanzado las 20 y su efecto repercutirá en 12.083 personas. La gran mayoría de proyectos se centran en la atención sociosanitaria y apoyo psicosocial de las personas con enfermedad; atención paliativa o al final de la vida, y el apoyo a sus familiares. Destacan también proyectos que facilitan la humanización de la salud; y programas de apoyo psicosocioemocional a los profesionales del ámbito de la salud, especialmente en entornos de alta complejidad.