La Fundación AXA presenta la exposición HOMBRE Y BIOSFERA en Palma de Mallorca
El Passeig Sagrera de Palma de Mallorca acoge desde el 11 de julio al 9 de septiembre, la exposición fotográfica al aire libre “HOMBRE Y BIOSFERA”. Esta muestra patrocinada por Fundación AXA y realizada por Lunwerg, reúne cincuenta y cinco impactantes imágenes de fotógrafos nacionales e internacionales, que nos harán viajar por las principales Reservas de la Biosfera y comprender la importancia de esta figura de Conservación para nuestro futuro más inmediato.
Una exposición fotográfica al aire libre nos acerca a la cultura responsable sobre el medio ambiente a través de las Reservas de la Biosfera, territorios en los que se armoniza la conservación de la diversidad biológica y cultural con el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza.
Un viaje por el mundo a través 55 impactantes imágenes de gran formato, captadas por los mejores fotógrafos del mundo, que nos muestran algunos de los paisajes reconocidos como Reserva de la Biosfera, tanto en España como en el resto del mundo.
Las dehesas de Sierra Morena, las marismas de Doñana, los Ancares gallegos, la Cuenca Alta del Manzanares, las islas de Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, El Hierro y La Gomera… y así hasta 48 paisajes forman la red de las reservas de la biosfera en España. Son espacios propulsados, mantenidos y estudiados por el Programa sobre el hombre y la biosfera (MAB) de la UNESCO, y que se suman a la amplia Red mundial de reservas de la biosfera integrada por 669 reservas en 120 países.
Apoyándose en espectaculares imágenes, esta exposición fotográfica al aire libre nos permite hacer un sorprendente viaje por la biodiversidad mundial, a través de una selección de las más representativas Reservas de la Biosfera de todo el mundo.
Las Reservas de la Biosfera de la UNESCO van más allá de la convencional protección total a un determinado espacio como sucede con los parques nacionales. En estas reservas se busca un desarrollo económico de sus pobladores, pero con especial cuidado en la conservación de la naturaleza. En las reservas se consigue a menudo el mantenimiento de los modos de vida tradicionales y se procura que la participación de los habitantes sea lo más activa y responsable posible. Son además lugares que ofrecen múltiples oportunidades a la investigación en casi todos los campos de la ciencia y que suelen cumplir también una función de esparcimiento, descanso e información, todo ello sin degradar el medio natural. Son pues, en palabras de Joaquín Araújo “escuelas de vida”.