Fundación Borges sigue protegiendo el legado del autor
El gran impacto que ha tenido en la cultura universal la obra del escritor argentino Jorge Luis Borges, de cuya muerte se cumplen 30 años este 14 de junio, no hubiera sido posible sin el trabajo por difundirla y custodiarla de la Fundación que lleva su nombre y que preside su viuda, María Kodama.
Kodama “es la primera en respetar y en hacer respetar la obra de Borges y la memoria de él porque, además, es una enorme responsabilidad”, afirma en una entrevista con María Adela Renard, miembro de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges e investigadora de su obra desde hace 40 años.
A su juicio, la viuda del escritor ha realizado una “labor incansable” por dar a conocer un legado con el que, además, tiene un vínculo personal pero, sobre todo, por custodiarlo y vigilar que “cada detalle” que se revela sobre el autor sea real, algo que refleja que ha asumido como propio el “gran sentido de la estética y la ética” que tenía Borges.
La titular de la Fundación Borges se encuentra ahora en Ginebra para asistir a los homenajes que el martes recordarán las tres décadas que ya han pasado desde la muerte de su esposo, quien eligió esa ciudad suiza para morir y ser enterrado.
Su amor por el trabajo del escritor se lo ha contagiado a la entidad, que se encarga de difundirlo tanto a nivel particular como público mediante jornadas de investigación, publicación de estudios, conciertos e incluso concursos para estudiantes jóvenes, como el de haikus, poemas tradicionales japoneses breves por los que Borges sentía una especial devoción.
La Fundación alberga una biblioteca con primeras ediciones de sus libros y manuscritos, así como una colección de sus bastones, cuadros, talismanes, homenajes y premios, y hasta una recreación del dormitorio de Borges.
Renard cree que se trata de “un referente importantísimo” para la literatura universal y tanto en Argentina como en el resto del mundo goza de gran respeto, admiración y “un interés permanente por seguir leyéndolo”.