Fundación Kasparov y la UIMP, juntos para formar docentes de ajedrez pedagógico
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación Kasparov de Ajedrez para Iberoamérica, que entrará en vigor en el año 2016, con el objetivo de que unos veinte profesores iberoamericanos vengan a España a formar a docentes españoles para que enseñen a los niños esta disciplina.
El presidente ejecutivo de la Fundación Kasparov, Hiquingari Carranza, ha reivindicado que estos docentes son “expertos, con muchos años de experiencia” y entre los que se encuentran muchos españoles “porque, sin duda, España es una potencia en el ajedrez pedagógico, pero lo que hay que hacer ahora es masificar y multiplicar” la cantidad de profesores que forman parte de este proyecto. Según ha precisado, esta fundación ha formado hasta la actualidad a unos 5.000 profesores.
Carranza ha asegurado estar “totalmente convencido de que tenemos que hacer un esfuerzo muy serio de formar masivamente a profesores” para que enseñen a los niños esta disciplina, y teniendo en cuenta que esta Fundación ha formado a unos 5.000 docentes, Carranza calcula que se ha llegado “a más de medio millón de niños al año a través de este sistema”. “Nuestra idea es multiplicar por diez este número de profesores formados en la región iberoamericana. Estamos hablando de casi 700 millones de niños”, ha comentado.
En este sentido, ha añadido que para llegar a este número de menores “se necesitan al menos 100.000 profesores”. “Tenemos en las manos algo tan poderoso como el ajedrez y, al mismo tiempo, los maestros son profesores de distintos países de Iberoamérica que tienen más de 20 ó 30 años de experiencia, pero que, además, manejan proyectos reconocidos, exitosos, que ya están dando resultados”, ha remarcado.
Asimismo, ha remarcado que el ajedrez “ayuda a tener memoria, a analizar con detenimiento las cosas antes de actuar y que te estás enfrentando a una mente que puede ser mejor que la tuya y te enseña, por lo tanto, a entender la derrota”. Y, además, ha asegurado que esta disciplina enseña “cortesía y respeto por el contrario” y “algo tan elemental como las normas, para poderlo jugar realmente tienes que ser muy riguroso con las reglas, es algo que aprendes inmediatamente”.